El legado de una comunidad y su memoria.
Todo comenzó a fines de los años 60 en Isla Negra, cuando Leonor Sobrino y un grupo de vecinas transformaron el bordado en una forma de expresión única. Con aguja y lanas de colores narraron su entorno, su mundo interior y su forma de ver la vida. Hoy, la Fundación resguarda ese legado: sus obras, su historia y la mirada singular que bordaron en cada puntada.
Treinta años de arte textil que narran una época con una mirada única.
La colección reúne una selección de bordados realizados entre 1969 y 1999, con curatoría de Leonor Sobrino, mentora del grupo de bordadoras. Cada pieza captura escenas de la vida cotidiana, la imaginación y la visión única de un grupo de mujeres de Isla Negra.